Mouris Salloum George*
Desde que, en 2000, las campañas presidenciales fueron embarradas por los escándalos del Pemexgate (PRI) y Amigos de Fox (PAN), y en 2006 se perpetró la segunda usurpación del poder presidencial contemporánea, sólo los ciegos no vieron que el sistema de partidos mexicanos requería una profunda labor de profilaxis.
Nuestra democracia “representativa” no se hizo cargo de ese reto. Por el contrario, legisló para concesionar nuevos privilegios a una partidocracia rapaz e insaciable, de tal suerte que mantuvo a diversas precarias formaciones partidistas con respiración de boca a boca.
El modelo de partidos satélites venía desde el viejo régimen, si bien al crear la figura de diputados de partido maquilló la estampa acreditando dos categorías: 1) El voto real a las alternativas partidarias dominantes, y 2) El voto ideológico para las minoritarias.
“Democracia ciudadana” sin bases sociales
El galimatías se enredó aún más cuando, desaparecida la Comisión Federal Electoral (CFE) apareció el Instituto Federal Electoral (IFE) que,arropado en el manto de la democracia ciudadana, hizo disimulo de la ausencia de base social de las agrupaciones políticas solicitantes de franquicia nacional.
De la convenenciera tolerancia siguió que la chiquillada no hizo esfuerzo alguno por desarrollarse y sobrevivir por sus propios medios y siempre buscó el refugio en las patentes mayores.
Hubo casos en que los partidos grandes hicieron prorrateo de su votación con sus aliados de ocasión con tal de sumar votos a sus bancadas en las cámaras del Congreso de la Unión, dando prebendas inmorales a sus secuaces. Incluso, los jefes de grupos parlamentarios incitaron al llamado coloquialmente chapulineo.
Ya se cayó el arbolito donde dormía el pavorreal
Esta semana se dio una acción correctiva: La Comisión Permanente del Congreso retiró el estatuto de grupo legislativo a las minúsculas fracciones-facciones de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Encuentro Social (PES) en el Senado.
Cuando, de acuerdo con el Reglamento, se exige que cada bancada cuente con mínimo cinco miembros para tener prerrogativas administrativas, al PRD sólo le quedaban tres senadores y al PES cuatro.
El asunto embona ahora que la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE reanuda la revisión de expedientes de solicitudes de franquicia por siete agrupaciones políticas, cuyos dictámenes debieron votarse en junio, pero el plazo se amplió hasta el 31 de agosto.
Los consejeros electorales seguirán ganando más que el Presidente
No podemos medir la sinceridad del consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, pero al referirse al procedimiento en puerta declaró llegada la hora de acabar con las simulaciones y los chanchullos en la solicitud y concesión de nuevos registros.
Si la Espada de Damocles funciona, su filo está dirigido al esclarecimiento del origen y destino de los recursos de cada partido.
Lo que no obsta para que los consejeros del INE hayan gestionado y obtenido el amparo de la justicia federal para seguir ganando más que el presidente de la República. Los árbitros electorales, pues, aupados por los árbitros judiciales. Fina estampa, caballero…
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.